Empecé el programa de mentoría con Fontcalda en un momento en el que me sentía muy perdida profesionalmente: había dejado mi trabajo estable y estaba intentando arrancar varios proyectos personales a la vez. Estaba inquieta, con mucha ansiedad, incertidumbre y miedos. Gracias a Fontcalda pude poner orden a todo mi caos, reconocer creencias que me limitaban y descubrir qué mensajes me digo a mí misma inconscientemente.
Me ayudó mucho su enfoque pragmático, que me obligó a salir del bucle mental y ocuparme de lo que sí está en mis manos. Ella propone ejercicios prácticos para desmontar tu manera de funcionar y te acompaña a construir nuevos hábitos que permitan cambiar tu mirada sobre tu situación y sobre ti misma.
En mi caso, el resultado fue hacer las paces conmigo misma, aprender a valorarme, descubrir mis estrategias de autosabotaje y rebajar la ansiedad. Fue un proceso de autoconocimiento muy enriquecedor que me hizo crecer y madurar. Hoy continúo mi camino, porque aun me queda mucho por recorrer, pero ahora lo hago desde el amor hacia mí, me siento mucho más fuerte y confiada, dueña de mis decisiones en lugar de víctima de mis impulsos. Y lo mejor es que me llevo muchas herramientas que puedo seguir usando siempre que las necesite.